ANDY DAVISDejé de cargar con esas pesadas cadenas que me hundían en el sofá y antes de que él tocara el pomo de la puerta, me levanté de un brinco, sostuve mi vientre con ambas manos como si se me pudiera caer, y troté hacia él.—¡Papá! ¡Espera! —exclamé con la voz rota y por fin volteó hacia mí, con una esperanza tan profunda en sus ojos que me desarmó por completo—. Por favor, no te vayas. Yo… yo… Me estaba rompiendo en pedacitos y aún me trababa con las palabras. Inhalé profundamente y dejé que todo fluyera, sin pensarlo, sin medirme, simplemente lo saqué todo:—Yo te extrañé mucho… —susurré con labios temblorosos—. Me equivoqué al dejarte solo con Molly. No tuve que hacerlo. Eran mi familia, mi soporte, pero mi orgullo era más grande y perder a mi mamá me dio miedo, dolor, ira, era como si necesitara encontrar un culpable y tú estabas ahí, intentando mostrarte fuerte, pero cargando con tus propios remordimientos.»Cometí un error tras otro. Nunca quise lastimarlos a ti y a Molly
Leer más