No te elegiría en una segunda vida
Cuando el yate se hundía y solo quedaba un lugar en el bote salvavidas, Diego me eligió a mí.
Me salvé, pero Luciana Morales no logró esperar a que llegara un segundo bote y se ahogó en el mar, sin dejar rastro de su cuerpo.
Diego fingió que no le importaba y aun así decidió casarse conmigo.
Cinco años después del matrimonio, me pisoteó hasta hundirme, culpándome por la muerte de Luciana.
Cuando ya no pude soportarlo más y quise divorciarme, él decidió que moriríamos juntos.
Al abrir los ojos de nuevo, había regresado al día del accidente del yate.
Esta vez, decidí ceder mi oportunidad de sobrevivir a quien él realmente amaba.