Marido

Di a luz a cinco hijos de Fernando, pero cuatro de ellos murieron poco después de nacer. Nunca pensé que fuera algo maquinado... Hasta que, un día, cuando fui a llevar la comida a Fernando, sin querer escuché una conversación entre él y su ayudante. —Menos mal que esta vez su médula ósea es compatible con Ana. —¡De lo contrario, habría tenido que deshacerme del bebé otra vez! Fue entonces cuando supe de la verdad. No hice notar el shock que me llevé, solo fingí la calma, como si no hubiera pasado nada. Pero el día en que su empresa se convirtió en una sociedad anónima de capital abierto, revelé delante de todos que había matado a cuatro de mis hijos. Aquel día, el orgulloso Sr. Gutiérrez, de rodillas en el suelo, lloraba a moco tendido, y finalmente se lamentó de haberme hecho todo lo que hizo.

Quando o criminoso me torturou até a morte, eu estava grávida de três meses. Mas meu marido, Mark, o detetive mais renomado da cidade, estava no hospital com seu primeiro amor, Emma, a acompanhando em sua consulta médica. Três dias antes, ele exigiu que eu doasse um dos meus rins para Emma. Quando me recusei, explicando que estava grávida de dois meses do nosso filho, seus olhos se tornaram frios. — Pare de mentir! — Ele rosnou. — Você só está sendo egoísta, tentando deixar Emma morrer. Ele parou o carro na estrada escura. — Saia. — Ele ordenou. — Ande para casa, já que é tão sem coração. Fiquei ali, na escuridão, e fui sequestrada pelo criminoso vingativo, aquele que Mark havia preso anos antes. Ele cortou minha língua. Com uma satisfação cruel, usou meu celular para ligar para o meu marido. A resposta de Mark foi curta e fria: — Não me importa o que seja, a consulta médica de Emma é mais importante! Ela precisa de mim agora. O criminoso soltou uma risada sombria. — Ora, ora... Parece que o grande detetive valoriza mais a vida da ex do que a da esposa atual. Quando Mark chegou ao local do crime, horas depois, ficou horrorizado com a brutalidade infligida ao corpo. Ele condenou com raiva o assassino por tratar uma mulher grávida de maneira tão cruel. Mas não reconheceu que o corpo mutilado diante dele era o meu, sua própria esposa.

Sin ningún pudor, mi esposo llevó al velorio a su primer amor, a quien nunca dejó de recordar, después, ambos tuvieron relaciones en la que había sido nuestra cama. —Por fin, ya no tendré que ver a esa mujer —dijo ella, con satisfacción. —Araceli, ¿por qué no has vuelto? —preguntó él más tarde, aferrándose a mis cosas. Parecía haber olvidado que fue él quien, con sus propias manos, me condujo a la muerte aquella noche, cuando me extrajo toda la médula ósea para dársela a su primer amor, sellando así mi destino y el de la vida que llevaba en mi vientre.

Katia Vega, una joven inocente y optimista que se ve obligada a contraer matrimonio con Marcos Saavedra, un magnate bancario, posesivo y malhumorado. El día su boda, él la deja sola en cuanto recibe la llamada de su ex, una hermosa y sensual actriz llamada Stella. Cuando Katia está a punto de huir, cansada de las humillaciones y críticas de los invitados, es detenida por una suave manita que se aferra a la suya, brindándole calor a su corazón, conociendo por fin a la dulce Emilia, la hija de Marcos y Stella. La situación se complicará cuando Katia descubra el verdadero vínculo que comparte con la pequeña Emilia, a quien ha cuidado y querido como a su propia hija. Entenderá que la sangre tiene su propia voz y es un lazo que conecta los destinos de quienes la comparten.

Depois de eu ter sido diagnosticada com câncer no estômago, meu marido foi de médico em médico, só para me tentar curar. Eu pensei que ele me amava profundamente. Mas, quando minha condição melhorou, ele pegou o meu rim esquerdo e o deu à sua amada, que estava em coma há dois anos. Na minha frente, ele abaixou a cabeça e beijou sua amada. — O que ela te deve, finalmente fez com que ela pague. — Vai ficar bem. No entanto, como eu sempre fui fraca e, com a remoção do rim, isso acabou tirando minha vida. Ele, por outro lado, surtou, chorando e gritando para o médico: — Você não disse que ela não morreria?

Quenarra Muller, o Nara, era la esposa legítima de Bastian Arshino, un apuesto heredero de una famosa empresa. Sin embargo, su vida matrimonial se derrumbó cuando Bastian trajo a casa a Veni Caroline, una mujer astuta que afirmaba estar embarazada de su marido. Bastian traicionó a Nara sin piedad, solo porque Nara había sido diagnosticada como estéril. Y eso que solo llevaban un año casados. En lugar de retirarse, Nara decidió aguantar. Su actitud tranquila frustraba a Veni, que seguía siendo considerada una amante, no una esposa legítima. Pero detrás de esa calma, Nara esconde un plan. Ella no es una mujer cualquiera: es una princesa cuya identidad se mantiene en secreto. Y no se queda de brazos cruzados. Planea vengarse utilizando sus contactos. ¿Conseguirá Nara vengarse de quienes le han hecho daño? ¿Es cierto que Nara es estéril?

Mi marido y yo fuimos de excursión juntos, pero murió envenenado después de comer los frutos silvestres que recogí. Cuando regresé a casa, vi a una mujer y a su hijo, y descubrí que mi marido les había regalado el piso y el coche. Además, les debía mucho dinero. Les di todo mi dinero. Para poder pagar los gastos médicos de mi suegra gravemente enferma, trabajé de la mañana a la noche todos los días y solo me atreví a comer un pan cada vez. Después de un tiempo, fui hospitalizada por una enfermedad grave debido a la fatiga. Mi suegra pidió al médico que dejara de tratarme. Cuando estaba a punto de morir, mi marido entró con aquella mujer y su hijo, y me arrojó cinco dólares. —Gracias por cuidar de mi mamá estos años. Entonces me enteré de que mi marido había fingido su muerte para estar con su primer amor y su hijo ilegítimo. Abrí los ojos. Ya volví al día de excursión con mi marido.

Cuando mi compañero estaba fuera, cayó en una trampa tendida por la manada Luna Roja. Para salvarlo, fui herida y quemada gravemente, cayendo en la inconsciencia. Cuando desperté aturdida en la cama de curaciones, escuché que él pedía al curandero que matara a mi lobo. —¿Hablas en serio? Ofelia te dio un heredero. ¿Cómo podrías lastimar a su lobo? —La mano del curandero temblaba mientras sostenía una aguja de plata, negándose a ser tan cruel conmigo. Pero mi compañero, Alexandro, respondió con firmeza: —Dalia ha regresado. Quiero que ella aparezca en la ceremonia de sucesión como la madre del heredero. Solo si Ofelia se vuelve débil como un Omega, no competirá con Dalia. Dalia ya perdió a su compañero y fue expulsada de la manada Luna Roja, no puedo permitir que el resto de la manada Luna Nueva la desprecien. Y Ofelia… siempre será mi compañera. Apreté los puños, con los ojos cerrados, y el amor que sentía por él se murió junto con mi lobo. «Alexandro… Si quieres darle un lugar a otra mujer, entonces yo debo irme.»

Después de que declararan a mi hija como una vegetal con muerte cerebral, mi esposo me presionó para firmar los papeles de donación de órganos. Yo estaba destrozada por el dolor y al borde de un colapso emocional. Sin embargo, por casualidad descubrí que la doctora a cargo, la señorita Valeria, era el amor secreto de mi marido. Me di cuenta de que habían mentido sobre el estado de mi hija, todo para convencerme de firmar y así obtener su corazón para salvar a la hija de Valeria. Vi cómo mi esposo acompañaba a Valeria y su hija al salir del hospital. Los tres reían y charlaban animadamente como si fueran una familia feliz. Cuando fui a confrontarlos, mi marido y Valeria me empujaron por las escaleras, causándome con vileza la muerte. De repente, volví al día en que iba a firmar los papeles de donación. Mirando a mi hija en la cama del hospital, me juré a mí misma: esta vez, haré que esos miserables desgraciados paguen con sus vidas.

O pai biológico a ignorava, a madrasta a maltratava, e Karina, sem saída, foi forçada a se casar com o nobre Ademir Barbosa, da Cidade J! No dia do casamento, seu marido descobriu que ela havia perdido a virgindade antes da união, e a julgou como uma mulher de moral dissoluta e vida desregrada. Após dez meses de gravidez, Karina deu à luz, assinou os papéis do divórcio e saiu de casa sem nada, desaparecendo sem deixar rastros. Anos depois, Karina voltou para a Cidade J, acompanhada de uma criança. - Sr. Ademir, ouvi dizer que o senhor está precisando de um médico particular? Ademir, muito satisfeito, respondeu: - Você está contratada. Diziam por aí que o Sr. Ademir não tinha esposa, não precisava de amante, mas dedicava um imenso carinho à sua médica particular, tratando o filho dela, cujo pai era desconhecido, como se fosse seu próprio filho.