Lo que quedó de mí
Nunca creí que amar pudiera doler tanto.
Ni que alguien tan hermoso pudiera romperme tan despacio.
Yo solo quería escapar de esta vida gris, de las calles que siempre huelen a lo mismo, de los días que se repiten como una canción triste.
Y entonces apareció él.
Ethan.
Perfecto por fuera, jodido por dentro.
Un desastre que me sonrió como si ya me conociera. Como si supiera exactamente en qué rincón de mi alma esconderse para no irse nunca más.
Me enamoré de él como se cae en un abismo: sin frenos, sin preguntas, sin salvación.
Esta no es una historia de redención.
No hay héroes aquí.
Sólo dos personas que se arrastran una a la otra hacia el fondo, jurando que es amor lo que los mantiene unidos, cuando en realidad es dolor.
Si vas a leer esto, hacelo con cuidado.
No esperes finales felices.
A veces, el verdadero infierno no tiene fuego... tiene promesas rotas, caricias venenosas y miradas que te destruyen más que cualquier golpe.