El odio fue mi fiel compañero cuando lo conocí, Alonso Maximo, el hombre más despreciable en este mundo y por culpa del destino... mi marido. El arroganter hombre apenas y da las gracias, excepto cuando se trata de cumplir la ultima voluntad de su madre, solo entonces pone una rodila sobre el suelo para mirarme a los ojos y maldecir mi existencia antes de murmurar un juramento de amor.
Leer másAndrea se encontraba jugando en el inmenso jardín con aquel niño mayor mientras su madre tomaba un café acompañada de una vieja amiga.
- Tu hija es preciosa- comentó Martha mientras veían como sus hijos jugaban y reían.
Aquella niña vestida con alegres tonos de rosado irradiaba un inmenso cariño con tan sólo verla, sus ojos color café obscuro tenían un brillo especial que hipnotizaba a cualquiera, sus mejillas siempre rojas por tanto correr la hacían ver aun más tierna y sus pequeños labios rosados complementaban su cara angelical.
- Gracias, tu hijo ya es todo un galán, mira como juegan, ni siquiera le importa que ella apenas camina- señaló Teresa mientras tomaba un poco de su humeante taza.
El pequeño niño que correteaba a Andrea entre risas, era igual a ella, su sonrisa era algo picara y a la vez dulce, esos ojos eran de un tono verde combinado con un toque de azul acompañado de sus perfectos dientes demostrando una cara de principe encantador en miniatura.
-Ni siquiera puedo terminar de creer lo mucho que ha crecido, está relamente emocionado por la nueva niña, he pensado que le caería mal la noticia, suel ser más del tipo callado y serio pero no le ha costado nada con tu hija -informó su orgullosa madre.
Las señoras siguieron platicando hasta notar una horas depués las camionetas negras aparcadas en la entrada de la gran casa, Martha se levantó sosteniendo su gran barriga de pocos meses mientras su seguridad la ayudaba a salir de la casa para encientrarse dentro del auto a su esposo, las amigas se despidieron con un fuerte abrazo.
Cuando la noche iluminó el comedor la familia de la pequeña niña ya estaba sentada en la mesa platicando sobre el día que había tenido cada uno como era costumbre.
- Hoy saqué un 10 en mi exámen de francés papi - informó a su padre con orgullo tratando de partir con sus grandes cubiertos un pedazo de carne tal y como veía que lo hacían sus padres.
- Wow, mi princesa es muy inteligente, igual a su padre- respondió este mirándola con admiración.
- Hija, tu padre y yo tenemos un viaje, al cual ir por una semana... nos vamos mañana- informó Teresa a su hija con un poco de nostalgia, no le gustaba estar lejos de su hija y dejarla a su corta edad por el simple trabajo de su marido pero sabía que era su deber como esposa y socia en la empresa.
- No de nuevo, papi acaba de regresar de un viaje, no quiero que te vallas también- suplicó la niña con los ojos cristalizados, el temor inundó su pecho o tal vez era un mal presentimiento pero siendo tan pequeña no habría podido notarlo.
- Ho, mi tesoro regresaremos pronto. Lo prometo- dijo su madre dándole un beso y cargándola para que fuera a dormir cuando su plato estuvo vació.
Era una lástima que no iba a poder cumplir con sus palabras, el destino nunca actúa de acuerdo a nuestros deseos, ni siquiera cuando son tan profundos o anhelados.
10 Años Después.
Andrea estaba acabando su turno en la biblioteca donde trabajaba después de la universidad, le había costado el fondo económico que le habían dejado sus padres después de su muerte, apenas le alcanzaba para mantener su alacena llena pero tenía bastantes gastos escolares y los pequeños trabajos con horarios flexibles para sus clases eran lo único que la mantenían.
- Ya llegué abuela- medio gritó la joven dándole un beso, la anciana de mayor edad con su cabello casi blanco y las arrugas sobre su rostro sonrió al verla, tomó su mano delicadamente y asintió, la persona que se había hecho cargo de ella desde el accidente der sus padres había estado envegeciendfo más rápido según su perspectiva y odfiaba de verdad dejarla sola en la casa pero alguien trenía que solventar los gastos de sus medicinas y comidas.
- Que bueno mi niña, ¿Cómo te fue hoy?-habló quitando la vista del viejo televisor.
- Pues la universidad estuvo tan aburrida como siempre pero en la biblioteca no hubo mucha gente y me dio tiempo de terminar el libro que quería- la joven descansó un poco en aquel viejo sillón, no tenía para comprar unos sillones nuevos pero tenía que admitir que era algo reconfortante sentarse en ese viejo sofá que conocía desde pequeña.
- Mi niña, no te quiero agobiar pero hoy llegó la factura de luz y si no pagamos mañana la cortarán- La señora apenas y tenía cara para pedirle dinero sin embargo tenía que hacerlo para sobrevivir, cuando decidió tramitar su custodia sabía bien que su pensión no sería suficiente para las dos sin embargo no podía dejarla en un orfanato, sola y a su fortuna, así que la anciana había dado sus ahorros a los abogados para solucitar la custodia de la niña negada la primera vez por su edad.
- No te preocupes Abuela, hoy cobré, así que mañana paso a pagar temprano, no debes preocuparte ¿Cómo te sentiste hoy?- preguntó por su problema en el corazón que no le permitía hacer muchos esfuerzos físicos.
- Mejor que otros días, oh, casi se me olvida, esta mala memoria mía, en mi juventud era excelente, podía memorizar la biblia completa pero ahora.. ¿Qué estaba diciendo? Oh si, hoy vino un señor a buscarte- la joven no conocía a mucha gente, en la universidad no era muy sociable y su vida fuera de esas cuatro paredes no era de muchas personas, no tenía amigos para salir, el trabajo y cuidado de su abuela consumía su tiempo completo.
- ¿A mí?- preguntó confundida, no recordaba tener algún pendiente de trabajo para que la vinieran a buscar hasta su casa y nada era tan importante en la universiudad para rastrear sus dirección en sus datos personales del sistema.
- Bueno ha preguntado por una joivencita y no era yo, le dije que no estabas y se fue, así sin más -
- Eso es raro pero, justo ahora el sueño no me da para pensar más, ya es bastnte tarde me voy a dormir, te quiero mucho- se levantó de el sillón y plantó un fino beso en la mejilla de su abuela como despedida antes de subir a su pequeña habitación decorada para una pequeña niña, su abuela había ocupado algo de su dinero para decorar la habitación vaciá de su casa, paraedes rosas y cortinas con brillos, le había encantado de pequeña si no hubiera estado lo suficientemente deprimida por la muerte de sus padres, al crecer no había tardado mucho en darse cuenta de los problemas económicos que traía para su abuela su precencia en la casa, evitando cualquier tipo de lujo, como redecorar su habitación de niña ahora que estaba en su etapa universitaria.
Los numeros de las facturas derl mes rodearon su mente como cuenta ovejas hasta que sae quedó dormida.
Narra Andra- Amor, no encuentro mi...-- Shhh- silencié a Alonso cuando llegó al cuarto gritando, él me miró dudoso pero yo señalé hacia mis hijos que estaban dormidos en la cama- Se ven hermoso- él se acercó a mi abrazando me por la cintura- Lo hemos hecho bien ¿no es así?- pregunté mientras me daba un beso.- Lo hemos hecho más que bien, la vida nos ha puesto demasiados obstáculos para que llegar a este momento y que valiera la pena-- William ya va a cumplir un año y aún no puedo creer que haya pasado tan rápido- suspiro acariciando la suave mejilla de mi bebé provocando que abra sus pequeños ojos de color.- He aprendido a disfrutar cada momento y cada pequeña cosa a tu lado, sabiendo que en cualquier momento todo puede cambiar-- Nuestro futuro es incierto pero si de algo puedo estar seguro es que nunca dejaré de amarte, aquí o en otro mundo mi amor hacia ti simple será incondicional-- Hace años te hice una promesa frente a un juez, juré mi amor hacia ti aún y cuando no lo sen
Narra AndreaDesperté en una sala blanca con una luz que me segaba los ojos sin embargo no era una luz natural era artificial como la de un foco.- Duele- murmuré tocando mi cien.- Señorita, ¿se encuentra bien?, ¿recuerda algo?- dijo una, creo que era una enfermera por su uniforme, los ojos me pesaban, quería volver a cerrarlos pero luchaba contra ello.- No, me duele demasiado todo, podría bajar las luces- dije con voz ronca, la vi asentir y las luces bajaron de intensidad.- ¿Qué hago aquí? ¿Dónde están mis hijos? y - la siguiente pregunta quedó incompleta en el aire.Boom! La bomba explotó en mi cabeza, la verdad llena de recuerdos.- No, Alonso no, ¿Dónde está mi marido? Quiero verlo Alonso no está muerto , Él no puede morir-- Señora le voy a pedir que se tranquilice o voy a tener que aplicarle un sedante-- Quiero verlo, a mi esposo, por favor, necesito, lo necesito - traté de tranquilizarme- Él no se encuentra por ahora, señora usted tiene que descansar acaba de salir de un
Narra AndreaNadie planea nunca su muerte, uno no va por la vida pensando en el día que muera simplemente espera morir cuando tengas demasiados años para poder contar tus historia o por lo menos así lo planeaba yo.Ja, que ilusa! La vida estaba en contra de todos mis planes para bien o para...mal.Vuelvo al lugar de hace unos años, lo había olvidado pero ahora que lo veo me es lo suficientemente familiar como para recordar.En el nacimiento de mis hijos, he estado aquí ese día cuando mi madre casi me lleva pero ahora heme aquí de nuevo y no se porque.Recuerdo estar apunto de dar la noticia sobre mi bebé y cerrar los ojos por un momento pero en otro ya estaba aquí, sola.Me senté en el suelo, llevaba un vestido blanco muy bonito, toqué mi vientre con una sonrisa pero esta se borró inmediatamente cuando no sentí mi pequeño bulto, alarmada me volví a parar de golpe, jadee al sentir mi abdomen plano.Que demonios era esto?!!- Tranquila amor- oí una voz suave tras de mí - Papá ¿que pasa?
Narrador OmniscienteLa vida es buena...o por lo menos eso es lo que dicen algunas personas y no es porque no conozcan la cruda realidad en su vida, es sólo que no quieren hacerla ver a otros.El silencio puede ser agradable en algunas ocasiones, perturbador en otras o simplemente incómodo...- No te quedes callado, mierda. Dime lo que le ha pasado a Andrea, ¿porqué se ha desmayado de la nada?- gritó Alonso con voz eufórica y restos de lágrimas en las mejillas hacia William al verlo salir de la habitación donde se encontraba revisando a su esposa."Silencio" eso era todo lo que había entre ellos, la mirada triste de William provocó que con tan sólo verlo Alonso supiera lo grave que era.Alonso calló de rodillas tapando su cara entre sus manos sollozando como un bebé en la obscuridad pues tal vez era eso en lo que viviría desde ahora, si Andrea no podía salir de esto.La mirada de William aún seguía perdida igual de triste pero perdida, los pensamientos de años atrás que alojaron en su
Narra AlonsoHabía aparcado el carro en la entrada de la casa de mis padres, Andrea no había esperado si quiera a qué le abriera la puerta, salió inmediatamente del carro para abrazar a nuestros hijos los cuales nos esperaban en la entrada, yo en cambio salí desinteresadamente mientras trataba de calmar mis sentimientos de odio hacia aquel que se hacia llamar "doctor".- ¿Qué pasa hijo?- mi padre me tomó de los hombros haciéndonos parar en la entrada mientras los demás seguían, afortunadamente mis hijos estaban tan emocionados con su madre que había ignorado mi mal temperamento.- He estado estresado, eso es todo- murmuré sin querer dar más detalles, tan solo recordarlo lograba alterarme más.- La vida de casados es difícil ¿no?- preguntó a mis espaldas.- Algo así- dije sin interés, no tenía ganas de hablar con nadie, justo ahora.- Pensé que tardaría más en darte esta platica pero creo que este es justo el momento... cuando naciste tu madre inmediatamente supo que tenías el típico ca
- Deja de decir mentiras solo para que nos quedemos más tiempos si?- habló Alonso con recelo, podia ver como apretaba sus manos hasta hacerlas puños- Soy doctor, mis años de ética en esta carrera no me permiten jugar con los análisis de mis pacientes- respondió William con enojo mientras se acercaba a Alonso como retándolo- Bueno mandaste tu ética al demonio cuando trataste de besar a tu paciente casada- Ironizó Alonso mientras lo tomaba por el cuello de su camisa-Pueden calmarse los dos?! Por si alguno no lo recuerda nos encontramos en un hospital- me interpuse entre los dos y solo así Alonso lo soltó- Andrea, ¿en donde te hiciste tus estudios?- habló William ignorando completamente a Alonso mientras trataba de arreglarse su bata, tomó asiento tras el escritorio con un poco de dificultad por sus golpes y sacó un folder de su cajón- No recuerdo muy bien... era uno bueno porque cuando fui había muchos lujos y todo eso, el nombre era de un santo, creo- tanta información me fatigaba
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