Las nuevas experiencias y la nueva convivencia puede ser que el ser humano cambie y olvide de sus propios objetivos, como lo estan pasando a Jack y Lucia, que antes estaban pendiente de las horas que transcurrían para el cambio de mundos. Y ahora entre las salidas al mercado, las comidas improvisadas y las peleas por tonterías, el misterio parecía haberse escondido en un rincón de sus mentes. Pero cuando menos lo esperes, las consecuencias tendra que llegar y direccionar el camino.
La lluvia se había detenido al amanecer, pero el cielo seguía cubierto, como si se negara a decidir si quería abrirse o no. Lucía bostezó mientras se servía té. La cocina estaba en silencio… demasiado silencio.
—¿Y Óscar? —preguntó Lucía, mirando alrededor.
—Salió a comprar algo —respondió Jack desde la mesa, hojeando su libreta—. No me dijo qué.
Lucia mirandolo, sus labios dibujaron una mueca, como si el ambiente tan deseprecupada de antes no hubiera existido, ambos están callados. Es cuando Jack interrup