La vida de Daniel antes de conocer a Elizabeth. Daniel Clark se caracteriza por ser un caballero, un hombre valiente, amoroso, tierno y hasta cierto punto inofensivo. Esta es la historia detrás del lado bueno de Daniel. Nota: Parte 1 "¿me rechazas? Disponible en la plataforma pero puedes leer cualquiera de las dos antes o después, tú elige:) Autora: Paola Martínez No sé permiten copias no adaptaciones sin el consentimiento del autor.
Leer másAños antes de conocer a Elizabeth...
Una almohada voladora cae en mi cara, seguida con la risa armoniosa de Zack, mi mejor amigo, mi hermano.
—Estúpido de mierda, me has dejado plantado anoche, ¿que te crees?—Gruñe de buen humor. Típico de Zack.
—Deja de gritar. —Gruño demasiado pacífico, mi cabeza va a explotar. Zack camina de un lado a otro haciendo ruido, demasiado para ser sincero, de un sólo tirón, escucho como abre las persianas. La luz me cae como balde de agua fría, el dolor de cabeza se intensifica.
—¿Me puedes decir que te has metido y además con quien?—Pregunta Zack dando una patada a mi colchón, me inclino para mirarlo, entrecierro los ojos por la luz, pero logro ver lo que sostiene, unas bragas.
—Por supuesto que no son mías.— Digo emitiendo un gruñido.
—Eres un maldito Daniel— Se ríe fuerte.
—Ya callate, Zack. ¿Quien diablos te dejó entrar?— Grito agotado.
—Natasha, ¿quien más? Tus papás están trabajando, Daniel, son las 3 de la tarde, Imbécil. Bueno, te dejo, iré abajo, nos vamos en media hora, Matthew nos quiere ver.— ¿Qué? ¿Tres de la tarde? Me recuesto, y miro el techo un rato, con cuidado me levanto, sintiendo mareos y dolor a cada paso que doy, con dificultad llego al baño ileso, habro el grifo de la ducha y me meto bajo el chorro de agua, el agua siempre despierta a un perro, miro mi tatuaje en la zona baja de las costillas, es una estrella fugaz oscura, en vez de ser brillante es negra, y opacada, me lo hice hace seis meses cuando todo empezó. Es un tatuaje reemplazable, porque sin ninguna dificultad podría dibujar otro encima de él y nadie sabría el significado, termino de enjuagarme y salgo de la ducha con una toalla al rededor de la cintura; poco después saco mi ropa del armario.
Al bajar las escaleras de la casa empiezo a escuchar las típicas discusiones de Nat y de Zack, son unos niños.
—¡Ay, ya callense! —grito desesperado después de escuchar los gritos agudos de Nat que casi rompen mis pobres tímpanos, ella perfectamente sabe la afinidad de nuestros oídos, somos unos lobos, por todos los cielos.— Ya mejor declaren su amor, no sean cobardes.
—Danieeel— grita Nat enfadada.
—Ya vámonos Zack— digo un poco más tranquilo.
—Andando — espeta antes de jalarle el cabello por ultima vez a Natasha.
—Estúpido perdedor— le grita Nat en su defensa, Zack y yo la ignoramos.
Al salir de la casa los dos nos empezamos a reír, yo no me imagino como serían las cosas si por azares del destino ellos dos fueran mates, creo que me cagaría encima al ver esa escena, tienen una relación de amor y odio que claramente puede terminar en cariño.
—¿Dónde está Ethan— pregunto al no ver a mi compañero.
—Pidió que fueramos a su casa por él,¿recuerdas?— comenta Zack mientras abre la puerta de mi camioneta.
—Tienes razón.— Somos los tres mosqueteros jóvenes de la mafia, así nos llaman, tenemos un trabajo grande, difícil para los humanos y fácil para los lobos, policías estúpidos tratando de localizar a un culpable, el culpable... Sólo un animal de gran tamaño, mordemos y destrozamos para no dejar huella y ésto hasta hora es un buen trabajo. Conduzco hasta la pequeña casa de Zack, él es de clase Omega, pero a mí no me interesa, ésta manada será mía en unos años por lo tanto todos son mi familia, para mí no hay distinción, aquí todos somos iguales. Toco el claxon para avisarle que ya estamos aquí. Regularmente entre casa y casa hay una distancia de 3 cuadras de espacio, cada una está en lugares dispersos, y no hay calles como tales, sólo espacios. Seré un puto arquitecto existoos con una visión increíble, pronto haré todo lo posible para que está sea la manada más espectacular del puto mundo.
—Hola, pequeñas mierdas — saluda Ethan al entrar a la camioneta, obviamente en los asientos de atrás ya que Zack está en el del copiloto. — Pequeñas nenas, prenderé un cigarro espero y no les moleste.
—Pasame uno, Ethan.— pido— eres mi chico fav, como dicen las chicas — comento divertido.
—Ayer estabas hasta la... —se burla de mí, Ethan.
—A ver, traicioneros, ¿ayer ustedes estuvieron juntos? —susurra indignado Zack.
—No lo digas así, suena muy raro— Digo ofendido.
—Mueranse, par de idiotas con masculinidad frágil.
—Pareces mujercita— se burla el moreno, Ethan es un tipo que atrae a las mujeres como un imán, es alto y moreno. Los tres somos un símbolo sexual para las chicas.
—¿y ayer te divertiste con So...no sé qué?
—Obviamente, Ethan, soy Daniel Clark...
Las líneas blancas pintadas sobre la carretera me guían, conduzco a la velocidad permitida y con miedo. Es la primera vez en cinco años que pondré un pie en casa. He tomado todo el valor que reuní durante este tiempo y decidí regresar al lugar donde todo empezó y todo terminó. Mentiría si dijera que no me duele recordar, pero no puedo hacer nada más.La música me mantiene animado y de alguna forma me distrae de los pensamientos negativos que vienen a mi cabeza. Desparecer por 5 años fue una buena idea, estoy seguro que muchas personas ya me olvidaron y que mi regreso será totalmente irrelevante, tal y como lo deseo. Inevitablemente y como si el universo quisiera arruinar mi regreso la canción con la que lloré por Emma suena por los altavoces de la Suburban nueva, Freaks de Surf Curse resuena por todo el espacio. Intento cambiar de canción, pero se me dificulta hacerlo. No quiero despegar la vista de camino y menos cuando debo de pasar por una curva demasiado cerrada. Me
BETHANY —La maldita perra de Karen es la favorita del señor Klein, no puede haber preferencias en las clases, ¿o si?— mi nueva mejor amiga es tan parlanchína que me llega a molestar en ocasiones. Como sea, es mi amiga y me ayuda en algunas cosas, me pasa la tarea de las clases que tenemos juntas, eso sin contar que ella no sabe que soy vampiro y que la manipulo de vez en cuando para que cierre el pico. —Tranquila Dolly, haré que Karen deje de ser la protegida del profesor. —Caminamos por los pasillos de la universidad, ya es hora de ir a casa. En realidad no es mi casa, pero así lo empiezo a sentir. —¿Cómo pretendes hacerlo, Beth? —Confía en mí, yo sé que hacer— la miro directamente a los ojos por unos cuantos segundos seguidos, ella se queda con la bica abierta e incapaz de decir algo más. —Bien— descanso, ella ya no preguntará más. —¿Quieres ir a comer a mi casa?— la comida de la mamá de Dolly es riquísima, comida casera qu
Los ojos me pesan al querer abrirlos, la luz me atraviesa las córneas y me cuesta mantener los párpados abiertos. Intento ver donde estoy, pero todo está nublado para mí. Las machas no son conocidas, es un lugar extraño.—Despertaste— la voz de una mujer me acribilla la cabeza, duele demasiado. —Creí que estabas muerto.—¿Muerto?— me llevo la mano a la cabeza e intento darme un masaje— Estoy bien Beth.—Conocí a tu familia —explica nerviosa—¿Qué? ¿Cómo fue que pasó eso? ¿Dónde estoy y por qué estás tú conmigo?— la vista se me aclara, puedo ver todo con nitidez. Estoy en una habitación, tiene televisión, muebles, un escritorio y las cajas, mis cajas con cosas.—Es obvio Daniel, hoy tuvimos nuestras primeras clases— se ríe —pero ni siquiera te despertaste para eso.—¿Qué día es hoy? ¿Lunes?— estoy claramente desorientado.—Lunes en la tarde, cinco con diez minutos para ser exacta— pone su mano sobre la mía —Sé todo Daniel, p
Por enésima vez, reviso atraves de la ventana. Busco un auto, una silueta, una nota, algo que me confirme mis deseos, pero no hay nada. Solo hay el sonido de un grillo y la calle de lodo, piedras y pasto está solitaria. Una parte de mí, dice que espere, ella va a llegar algún día y me dirá que solo fue una broma de mal gusto y una forma de hacerme pagar por el daño que le hice al rechazarla.—Emma, por favor —digo en voz baja.Carajo, si tan solo hubiese sido sincero con ella, todo sería distinto, pero lo arruiné. Tuve que ser tan idiota como para dañarla, soy un idiota. Cierro la ventana y voy hacia la cocina, donde guardé dos botellas de Whisky. Abro una de ellas y todo de ella su contenido, el líquido me raspa y me quema la garganta, pero no me interesa, sigo tomando el contenido de la botella. Por más de cinco minutos me distraigo de esa forma, el dolor físico y momentáneo mantiene mi mente ocupada, la mantiene libre de la imagen de la chica rubia de la q
No puedo describir lo que estoy sintiendo ahora mismo, me siento idiota y la persona más despreciable de este mundo. Estoy muy seguro de que esto solo es una mentira, una pesadilla y que pronto voy a despertar. Estoy estacionado fuera de la Casa... donde se supone que teníamos que vivir algún día y ahora ni siquiera tiene sentido. El asiento del copiloto de mi camioneta no podrá llenarse, siempre estará vacío al igual que mi tonto y pobre corazón. Nada de esto lo podré ver igual, sinceramente quiero deshacerme de todo esto.Bajo de la Suburban, me siento mareado y no puedo comprender como es que pude conducir y llegar hasta aquí sin matar o chocar a alguien. Recorro el perímetro de la casa, parece más grade y a la vez tan pequeña... hasta que la veo... ese pequeña casa de madera en la que ella y yo pasamos un par de noches. Nuestra primer noche fue aquí, fue tan hermoso que jamás podré olvidar esa sensación tan alentadora. Toco la madera, como si al hacer ésta acción pu
DANIELControlo el impulso que crece dentro de mí, me quedo quieto, plantado en el suelo, mientras la lluvia cae sobre mi cuerpo y Emma se aleja. Está vestida con un bello vestido negro que resalta su figura, pero nada de eso me impidió hacer lo que hice. Lo dije, terminé la frase y ella también me rechazó. Quiero correr detrás de ella, quiero abrazarla... pero puedo sentir como es que a cada paso que da, mi corazón se vuelve más pequeño y Dan a su vez, se duerme. La felicidad con la que el lunes me sentía vivo, ya no existe. Me siento vacío y sin ganas de seguir con vida, me siento perdido.No lo pienso más, voy detrás de ella. Se ve igual que yo, camina con la mirada perdida y a paso pequeños. Lo menos que puedo hacer por ella es llevarla a casa sana y salva.—¡Emma!— la tomo del brazo, inmediatamente la quito con miedo. No es la misma sensación de antes, me dolió tocar su piel.—¿Qué carajo quieres?— sus ojos perfectos son como dos hoyos negros, no h
Último capítulo