En el estacionamiento subterráneo de Grupo De Jesús
Ya daban las once de la noche cuando Daisy, exhausta tras su jornada, por fin puso un alto a su trabajo. Sin embargo, la verdad era que no había tantísimo que hacer. Faltaba algún tiempo para que el proyecto iniciara oficialmente, y casi todos los preparativos estaban listos y contaban con personal de confianza. Ella, no obstante, prefería mantenerse ocupada. Cada vez que dejaba la mente libre, la imagen de Javier exhalando su último aliento frente a ella volvía para atormentarla. Esa escena se había convertido en una pesadilla recurrente, tan espeluznante como los recuerdos de cuando sus padres y hermanos fueron brutalmente asesinados. Simplemente no soportaba estar ociosa.
Mientras caminaba hacia su auto y se disponía a abrir la puerta, Daisy escuchó un leve sonido de pasos tras ella. Su mirada se tornó alerta. Esperó hasta sentir que aquellos pasos se acercaban más… y de pronto se giró con toda la rapidez que la caracterizaba. Desa