67: La causante

El aire en la tienda de instrumentos se había vuelto pesado, irrespirable. Las palabras de Beatriz, ese susurro venenoso que solo Olivia había escuchado, colgaban entre ellas como un gas tóxico. Olivia sentía el pánico antiguo, el frío del suelo de concreto y la humedad de aquel cuarto oscuro, trepando por su espina dorsal. Apretó los puños hasta que los nudillos palidecieron, forcejando por no dejarse arrastrar de vuelta a ese abismo de impotencia.

A su lado, Lion era una estatua de furia contenida. Su ceño estaba profundamente fruncido, sus ojos, fijos en la sonrisa burlona de Beatriz, brillaban con una luz peligrosa.

—Sin mi autorización... —Masculló, su voz un rugido sordo que solo Olivia podía oír. —Es imposible que la hayan liberado. A menos que…

La frase quedó suspendida, pero Olivia la completó en su mente: “a menos que exista un poder superior al mío”. La idea era como un balde de agua helada. Lion era un titán en este mundo. ¿Quién podría tener más influencia que él en asunt
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP