(Narración en Tercera Persona).
Olivia y Karla se encontraban en la academia de música después de la jornada de ese día, concentradas en calcular cuánto valían las cosas que Olivia había tomado de su padre, cuando de pronto, Andrés, el asistente de Lion, entró a la academia con una enorme caja con el logo de una casa de moda superimportante grabado en la tapa.
—Señora Winchester, perdón por venir sin previo aviso. El señor Lion me ha pedido que le traiga su vestido para la cena de esta noche. —Informó él con suma cortesía.
—¡Dios, olvidé que hoy es la cena de año nuevo! —Exclamó cayendo en cuenta de su distracción.
—¡Quiero verlo! —Farfulló Karla arrebatándole la caja a Andrés.
El vestido yacía sobre el mostrador de la tienda de música como un animal exótico dormido. De un rojo profundo, casi sangre, de seda pura con un leve brillo azabache cuando la luz lo rozaba. Karla lo acariciaba con dedos casi reverentes.
—Es un Valentino, Olivia. El Valentino. De la colección privada de inviern