(Narración en tercera persona)
La mañana en la academia "Renacer" comenzó con el suave repique de las campanillas colgadas en la puerta, anunciando la llegada de los primeros curiosos. Olivia, detrás del mostrador de recepción, ajustaba los últimos detalles en el libro de registros mientras tarareaba una melodía. A su lado, Karla distribuía folletos con una sonrisa que no delataba el agotamiento de la noche anterior. El aroma a café recién hecho y madera pulida flotaba en el aire, mezclándose con las primeras notas del violín que Olivia comenzó a tocar durante un descanso.
—"Meditación" de Thais... ¿Te acuerdas, Karla? Era la pieza que practicaba cuando nos conocimos. —Musitó Olivia mientras deslizaba el arco con precisión.
Karla asintió, pero su atención fue desviada por un movimiento frente al ventanal. Un joven de cabello castaño despeinado y ojos verdes como musgo fresco observaba, hipnotizado, ya no por la música, sino por ella. Sus jeans gastados y su camiseta de banda de rock