Mundo ficciónIniciar sesiónMe mira llena de preocupación y amor incondicional, los mismos que me han acompañado toda mi vida. Me siento pequeña frente a su mirada. La abrazo nuevamente, buscando consuelo en su calor.
—Sí, lo he besado muchas veces —respondo sinceramente—. Cuando lo hace, se me quita el pánico a volar. —¿Te gusta? —pregunta directamente. —No, es solo en ese instante —digo, aunque estoy muy confundida. Pero no es el momento de analizar nada—. Vamos, que mamá se va a preocupar. Bajamos del avión y vamos directo a una hermosa casa en medio de un viñedo. Todo es precioso, la casa es antigua, pero conserva su majestuosidad. Subo a la habitación, me siento mal. Me acuesto y sigo durmiendo. Cuando al fin me despierto, es el atardecer; me dejo llevar por el sonido de las voces que me guían a una hermosa terraza, debajo de una enorm






