Mundo ficciónIniciar sesiónANDY:
Respiro profundamente para controlar la molestia que me causa cada vez que Lucila me hace este tipo de bromas. Debo hacerlo porque sé que, si ella se molesta, Lili es capaz de no volver a hablarme nunca más. El silencio al otro lado de la línea me dice que todavía está molesta conmigo. Por eso, antes de que corte la llamada, me apresuro a hablar.
—Luci, discúlpame por lo que te dije la otra vez. Solo jugaba contigo, igual que tú lo hacías conmigo —me disculpo sinceramente—. Sabes que te quiero como a mi hermanita. Anda, no seas mala y ponme con Lili, necesito hablarle. —Espera un momento —responde, y eso me llena de alegría. Mientras espero, pienso que hice bien en disculparme con Lucila. No debí decirle aquello a la pobre. Si sigue como va, no le quedan muchos años de vida. Tan bonita que es también. Al fin la escucho hab






