Mundo ficciónIniciar sesiónHago el intento de sacar el pomo de medicinas, pero mis manos tiemblan incontrolablemente y de mis ojos comienzan a correr las lágrimas. Mi cuerpo se estremece brutalmente. Lo miro suplicante y luego aterrada, a mamá y a Luci. Él se pone de pie y tira de mí nuevamente hacia la habitación. Entramos justo cuando el avión da un vuelco. Grito aterrada, pero el sonido es ahogado por sus besos, y caemos en la cama, yo debajo.
—Lili —me susurra—, no puedo seguir solo besándote. —¿Por qué, Alessandro? —pregunto, sintiendo su caliente cuerpo—. Por favor, espera que hagan efecto las pastillas; me voy a dormir. No dejes que mamá y Luci se enteren. Deja que tome dos más. —No, Lili. No sigas tomando más pastillas —me quita el envase de las manos—. Ven, te besaré, te besaré. Pero tienes que ser fuerte, cari&ntil






