Mundo ficciónIniciar sesiónLILIAN:
Dio un paso hacia atrás, dejando claro que la recomendación no provenía de él. Su ceño fruncido era suficiente para decirme que estaba intentando entender algo que yo aún no había descifrado del todo.
Yo me quedé en silencio, inmóvil y pensativa. Algo no cuadraba con todo esto, y la teoría que Dalia había plantado en mi cabeza empezaba a tomar forma. —Bueno, es que él me dijo que, como tú me usaste tanto en cirugía, habían oído lo bien que hablas de mí —seguí hablando, suavizando mi tono a propósito para jugar con su reacción—. Pensé que quiso comprobarlo él mismo. Andy frunció el ceño más profundamente, la confusión mezclándose con un ligero atisbo de molestia. —¿Qué yo hablo muy bien de ti? &ique






