—Blake…
Ross la saludó instintivamente. Olivia se apresuró a cubrirle la boca.
—No es necesario que te dirijas a mí de esa manera cuando no estamos en la oficina—.
El acto de taparse la boca fue íntimo. Dio la casualidad de que Natasha, que todavía estaba mirando a Olivia, lo vio suceder.
Reconoció a Ross con una sola mirada. ¿No era ese el hombre con el que su prima estaba jugando?
¿Sus normas cayeron al suelo después de que Belle lo dejó? ¿Cómo podía enamorarse de esa mujer pecosa?
Recordaré este día. ¡Solo espera, me vengaré de ti!
Olivia dejó ir a Ross, completamente inconsciente de que Natasha había visto cómo se desarrollaba toda la escena.
—¿Cómo debo dirigirme a usted?— Ross preguntó con el ceño fruncido, como si le resultara difícil incluso hacer esa pregunta.
—Ya que estamos fuera de la oficina, me dirigiré a ti como Ross, y puedes llamarme Olivia—. Olivia estaba acostumbrada a su estilo de vida despreocupado, que había adoptado desde que era joven. Definitivamente no estaba