—¡No! No voy a dejar que desperdicies tu vida de esa manera—. Scarlett estaba convencida de que Olivia ya había muerto congelada desde que habían pasado tres horas. Olivia tiene que estar muerta en algún lugar de la cámara frigorífica ahora, así que no hay nada que Max pueda hacer para salvarla. Si lo dejo entrar allí, solo se lastimará, y no quiero que eso suceda.
—El hecho de que seas una mujer no significa que no te quitaré de mi camino, Scarlett—.
—¡No me importa lo que me hagas, pero no te dejaré ir!— insistió Scarlett mientras apretaba su agarre sobre el hombre. —Incluso si fueras a entrar ahora, ¿qué puedes esperar cambiar? Si Olivia realmente está allí, debe de estar congelada desde hace mucho tiempo. No estoy tratando de evitar que la encuentres, pero ¿podrías esperar un poco más? Al menos hasta que te consigan la ropa adecuada. Si fue el destino que ella muriera allí, no hay nada que puedas hacer para cambiarlo. ¡No quiero que te lastimes por culpa de una persona muerta!— ¿S