Capítulo — Noche sin distancia
La mansión Montaldo estaba envuelta en un silencio cálido cuando llegaron.
La lluvia había quedado atrás, y el perfume de la madera húmeda se colaba por las ventanas entreabiertas.
Victoria subió primero, todavía con el corazón acelerado por todo lo que había vivido ese día. Samuel caminó detrás de ella, sin tocarla, pero sintiendo su respiración cerca, como si el aire mismo los acercara.
—Voy a cambiarme —murmuró Victoria, antes de entrar en su habitación.
Samuel asintió.
—Te espero abajo ¿querés?
Pero ella lo miró un instante más, con esa vulnerabilidad que a él le quemaba el pecho.Ld hizo que no moviendo la cabeza.
Luego desapareció tras la puerta.
Cuando Victoria salió del baño, llevaba un sweater suave, gris, y un pantalón cómodo. Tenía el pelo mojado, suelto, y la piel limpia, sin maquillaje. Samuel se quedó mirándola como si fuera la primera vez, como si cada gota de agua que caía de su cabello fuera un milagro.
—¿Qué? —preguntó ella, esc