Capítulo 25 — Victoria estalla
Victoria Montando dio un paso atrás, temblando. El aire le sabía a traición, aunque su razón le gritaba que no podía ser lo que parecía. Lo que sintió fue algo más fuerte, algo que no esperaba: celos. Celos ardientes, dolorosos, de que esa mujer hubiera puesto las manos sobre Samuel.
El hierro que siempre la había protegido crujía por dentro. Y Samuel supo, en ese mismo instante, que todo estaba a punto de estallar.
Valerie fue la primera en hablar, con esa voz melosa que usaba como un veneno disfrazado de miel.
—Victoria… qué sorpresa. No pensé que vendrías tan temprano como siempre tan madrugadora .—dijo, acomodándose el cabello con descaro, aún pegada al pecho de Samuel.
Victoria apretó los labios, conteniendo el temblor en las manos. El recuerdo de su padre en el piso, Fabián y Valerie revolcándose en su despacho… Todo volvió de golpe, como si la herida nunca hubiera cicatrizado.
Samuel forcejeó, logrando apartar a Valerie de su cuerpo con