Capítulo 57. Ver, pero no tocar
Verónica suspiró, debía ser más abierta, sabía que si Pilar interpretaba que la juzgaban, no se abriría con ellos.
—Queremos ayudarte —dijo con firmeza.
— ¿Ayudarme? —repitió Pilar, recostándose en el sofá—. Si me quieren ayudar, pueden dejarme una buena calificación en el buzón de sugerencias.
Mauricio sonrió apenas.
—Sé que no hablas con cualquiera. Qué estás decepcionada de los abogados y ya no crees en nadie, pero tenemos un fin en común, hundir a Harry Collins.
—Y si de algo sirve, yo no soy abogada —dijo Verónica—. Soy amiga de Marian, y Mauricio le recomendó hacer el video que ha puesto a Harry en el ojo de la opinión pública.
Pilar se inclinó hacia adelante, apoyando el codo en la mesa.
— ¿Qué gana usted con esto? —Le preguntó a Verónica.
—Quiero justicia para mi amiga.
Pilar sonrió.
— ¿Y de qué manera le estás pagando al abogado?
Verónica entendió su desconfianza.
—Mi amiga Marian y yo no somos caza fortunas. A mi amiga le quitarán todo, y