113 Es perfecta...
Cassian avanzaba por el lugar entre la tierra lodosa. Los días de lluvia habían llegado. Todavía no creía la capacidad que había alcanzado el don de la vidente.
Utilizaron un par de troncos viejos para crear el objeto que atrapaba la energía de la vidente y generaba un escudo de visión que confundía a quien se atreviera a acercarse demasiado.
Leah drenaba gran parte de su energía, pero eso les daba la seguridad de dormir por las noches.
Debido a eso, sus visiones se limitaron. Aunque estuvo tentada a ir a buscar a Noah, Cassian le recordaba que eso no sería lo mejor para el bienestar de su hija. Si eran atrapados, lo primero que harían sería arrebatarle a su bebé.
—Cuando Noah lo considere apropiado, él nos va a buscar. Además, dejé suficientes pistas para que nos encuentre —le aseguró Cassian.
Luego de encontrarse con esos lobos guerreros, no aparecieron otros. Eso era sospechoso para él.
El Rey Licántropo tenía el poder suficiente para encontrarlos en menos de dos días. Ha