Leah forcejeó con todas sus fuerzas, pero fue inútil. Antes de que uno de los lobos le desgarrara la ropa, se acercó otro lobo.
—¿Qué haces, Kull? Lord Karluz ha pedido verla.
El lobo de la perforación en la nariz, de nombre Kull, hizo un gesto de aprobación con la cabeza. Apretó el brazo de la loba vidente con firmeza y se la entregó al lobo que le recordó el mandato de su señor.
Otra vez la misma situación. La diferencia es que aquí no llegaría el alfa Noah para rescatarla.
Leah regresó a ver a Cassian. Con desesperación comenzó a invocar una visión. El lobo que la tenía sujeta ordenó que llevaran también a su compañero para evitar problemas con sus trucos mentales.
Los arrastraron hasta la sala principal. Frente a Karluz.
Leah, al verlo, casi soltó un grito de terror. Si en la visión se veía desfigurado, en persona era una pesadilla. Como un monstruo sacado de sus peores miedos. Casi sin querer, su olfato agudo percibió el aroma de ese ser. Era un lobo. ¿Pero por qué estaba t