Capítulo 52

Desperté en los brazos de mi marido. A pesar de todo lo que tuve que enfrentar por su abandono, me sentía agradecida por tenerlo conmigo. A cada rato me acorralan los recuerdos aquellos, algo que seguramente me perseguirá por el resto de mis días. Lo único bueno de todo esto es que ya no duele tanto y eso hace que siga con más ánimo.

Pasaron varios días hasta que decidimos hablar con nuestros padres. Se quedaron hospedados en un hotel de la ciudad, pero en ningún momento contactaron con nosotros. Seguramente que no les fue fácil, pero Felipe es una roca muy dura y no la puede mover nadie si el no quiere. En el camino hacía el restaurante mi teléfono vibró varias veces pero yo ni caso. Me sentía tan desesperada para que este asunto tenga su fin, que no quería prestar atención a nada más por el momento.

- Bienvenidos hijos---dijo Cecilia una vez llegamos a la mesa. Nos dimos unos besos, evidentemente con mi marido gruñendo, y Felipe retiró la silla para sentarme. Me sentía incómoda y seguramente que no era la única.

- Hija---interrumpió mi madre y agradecí--- el abogado me llamó esta mañana. Dice que lleva varios días intentando localizarte sin éxito. Tu ...eh---hesitó unos segundos bajando la mirada---...tu padre tenía cierta urgencia por hablar contigo y conmigo también---continuó avergonzada. Algo me olía mal.

Se me formó un nudo en la garganta. El único padre que conocí fue Carlos y el quedará por siempre el padre que tendré. Tragué mis lágrimas y seguí.

- Ya si eso, luego le llamo---resté importancia haciendo un ademán. Pero de repente los cientos de veces que había sonado mi móvil, invadió mi mente.

- ¿Qué pasa amor?---preguntó Felipe al ver mis movimientos rápidos ---¿va todo bien?

- Claro, es que me ha llamado cien veces y tengo bastantes mensajes---moví la mano con el móvil mientras hablaba.

- Habrá que hablar con él también. Le prometimos una respuesta que se hizo esperar más de la cuenta y puede que la otra parte también le esté presionando.

Felipe tocó suavemente el dorso de mi mano para luego entrelazar nuestros dedos. Su gesto me dio cierta tranquilidad.

- Pues no había pensado en eso---me disculpé cerrando los ojos.

- Chicos, podemos empezar y luego volvéis a lo vuestro si queréis---el padre de Felipe comunicó---vamos a quedarnos un tiempo en la ciudad , por lo tanto, vamos a tener tiempo de sobra para arreglar bien las cosas.

- ¿Quién...--- interrumpí la ira de mi marido apretando su mano. El resopló fuerte y quedó en silencio, y yo, le hice un gesto a mi suegro de que proceda.

- Todos tenemos mucho estrés con todo lo que está pasando. Por favor--- suplicó Gonzalo --- volvamos a la paz que teníamos antes de esta tormenta, hijo. Sé que para vosotros no es fácil , pero tienen que entender que todo lo que hicimos fue por el bien de todos incluyéndome a mi.

- Está bien--- mi marido parecía rendido por fin. De hecho todos lo miramos con cara de sorpresa.--- Creo que no sólo para mi es un inconveniente vivir así. Antes estábamos bien era todo paz y armonía y con todo lo que ha pasado últimamente me sentía como un extraño entre vosotros--- Felipe resopló con pesar besando mi coronilla. Yo cerré los ojos disfrutando de su toque.

- ¡Hijo, que bien!--- su madre se veía más que feliz. Se levantó de la silla y rodeó la mesa abrazando a su hijo con tantas ganas que me salieron las lágrimas. Nada en el mundo se puede comparar con el amor de madre y Cecilia lo demostraba mejor que nadie. Felipe no solamente aceptó el abrazo sino que tardó bastante en soltarla. Mí madre acarició mi mano y le di un abrazo, pues ella también se lo merecía. A pesar de lo contradictoria que fue nuestra relación, sigue siendo mi madre.

Comimos en familia como otra vez antiguamente lo hacíamos, y quedamos en que dejará a Lorena con nosotros, ya que,mi madre iba a viajar a Estados Unidos para reunirse con la familia de mi progenitor. Ese, al que yo no quería conocer para nada. El abogado por su parte nos dijo que la salud de Michael había mejorado considerablemente después de la videollamada que hicimos. Porque hablamos por videollamada y el se veía de lo más contento. Expresó su deseo de conocernos pero a mi me faltaban ganas de verle. Tal vez en un futuro...

- A mi me hubiera gustado que la relación con el tal Michael cesara cuanto antes. Es muy difícil para mí aceptar que el es mi padre biológico,yo ya tuve un padre---dije casi alzando la voz. Mi disgusto era bastante obvio.

- Amor, Carlos ya no está---Felipe me tomó de la muñeca, tirando de mi hacia el.--- Para todos nosotros , el fue y seguirá siendo tu padre, incluso para mí--- en sus palabras se notaba el cariño que me tenía.

- Pfff---un gesto de malestar y pena salió de mi boca; de hecho torcí mis labios--- cariño---acaricié su mejilla---para ti tampoco tiene que ser fácil. Has pasado por un infierno que ojalá no te siga quemando el alma. Carlos nos quería a los dos y lo sabes mejor que yo.

- ¿Sabes que me dijo cuando descubrí su enfermedad?--- me vio fijo a los ojos y sonrió ladeado.

- Sorprendeme---reí porque sabía que mi padre era un hombre sabio pero tenía su gracia también.

Felipe tomó mi mano y besó su dorso.

- Me dijo que si vuelve a nacer quiere tener el mismo papel en la misma familia. Que agradece por todo lo que le ha dado la vida y que tenerte por hija ha sido lo más gracioso, más cuando le dabas trabajo a tu madre. La sacabas de quicio y para no enfadarla más se escondía para reír.

- Carlos ha sido el mejor ejemplo de padre que un niño puede tener, es más, los dos han sido, Gonzalo y el. Tenemos que perdonar y seguir Felipe. Ellos son la familia que nos queda y tenemos que mantenernos unidos como sea, para bien y para mal.

- Tienes razón amor---besó mis labios suavemente---vamos a ser una familia como Dios manda---besó mis labios otra vez---por la memoria de Carlos---una vez más dejó sus labios caer encima de los míos y me sentí su prisionera por unos momentos. Reí con dulzura,me sentía feliz.

*****

Llevábamos dos meses con Lorena y en buenas relaciones con nuestra gran familia. Mi madre seguia en Estados Unidos , de vez en cuando hablábamos y nos contaba lo bien que le iba con la nueva empresa de catering que abrió allí. ¿Con que dinero? Con el de Michael, claro que sí. La herencia que me tocaba por su parte se la dejé a ella para que hiciera lo que le diera la gana. Total, que uno de sus grandes deseos fue siempre tener una empresa internacional de catering y la verdad es que le va de maravilla. De la empresa local nos encargamos nosotros. Aquí todo va viento en popa y somos la gran familia feliz.

Michael se recuperó bastante y me alegro mucho pero me mantengo alejada de el.

FLASHBACK

- Hija, deberías de darle una oportunidad---agregaba mi madre por la décima vez en nuestra corta conversación. Yo rodée los ojos con disgusto mientras Felipe me observaba con una mirada interrogante. Resoplé con pesar.

   - Está bien mamá,  intentaré...lo intentaré aunque no sé si me va a salir el alma por la boca. ¡El te abandonó,  me abandonó a mi también! No entiendo como puedes ser tan blanda. A saber que pasa ahí entre ustedes.

  Mi marido sujetó mi mano y acarició mi cabeza. Colgué. Ya no tenía sentido seguir con una conversación que al final nos llevaría a un enfrentamieto innecesario.

  -Solo espero que mi madre no haya cometido ningún pecado capital---Felipe rió con ganas.

  - ¿Pecado capital?---dijo entre risas. Besó mi coronilla y me abrazó.---sabes que cuentas conmigo ¿verdad? No matter what...---acarició mi espalda. Eres mía y nada y nadie te va a dañar el alma, nunca jamás.

  - Lo sé---suspiré--- aunque no tengo ni idea de que sería lo más apropiado de hacer. No sé cómo debería actuar---cerré los ojos con pesar.

  - Haz lo que sientes,  sigue tu corazón. Y si no estás segura,  sigue tu razón. No te queda de otra y lo sabes. Estoy aquí y no me iré a ninguna parte. Lo único que quiero ahora es hacerte el amor---sé me subió la sangre a las mejillas y creo que me puse más roja que un tomate.

  - A ver si nos ponemos serios---lo regañé,pero a cambio el me besó como un lobo hambriento; y yo me dejé llevar.

 

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