Llegaba tarde a mi clase de literatura, pero eso no impidió a la querida de Felipe interponerse en mi camino.
- No tengo tiempo para ti, así que quítate --- solté con rabia. Realmente tenía prisa y no me gustaban las broncas de mis profesores. - Te ordeno que te alejes de mi chico--- su tono de voz sonó con prepotencia. - No sé quién es tu chico y tampoco me importa. Si alguna petición se te ocurre, ponte en contacto con tu macho--- tengo que reconocer que lo que dije sonó como una de esas voces de telefonía..."si tiene alguna queja , póngase en contacto con..." . Una risa tonta se me escapó, mientras intentaba seguir mi camino. - ¿Te estás burlando de mi?--- me cogió molesta del brazo. - Yo no , otros tal vez lo harán--- me he despertado bromista hoy, tanto que de seguro la bronca va a ser llena de risas. Ni sé porqué dije eso, solo sé que estaba tardando a mi clase con mi guapo profe. No me gusta cuando se me llama la atenci