C51: Una familia de verdad.
Raymond la observó en silencio por un momento, mientras su mente repasaba lo ocurrido en el hospital.
—Me molestó mucho que Vidal no entienda razones y siga comportándose de esa manera contigo —manifestó, con sus ojos incrustados en los de Ámbar—. Dice que se preocupa por ti, pero no hace nada que lo demuestre realmente. Siempre termina molestándote, cargándote con estrés innecesario. Así que, por supuesto que me enojé, porque entiendo que ese beso que te dio fue a la fuerza. Sin embargo, Ámbar...
Raymond dio un par de pasos hacia ella para acortar la distancia.
—Yo no te juzgaré, sea cual sea la decisión que tomes.
Ella frunció levemente el ceño, notando la seriedad en sus palabras.
—No entiendo… ¿a qué te refieres?
Raymond respiró hondo, tratando de ordenar sus pensamientos antes de formular la pregunta que había estado rondando en su mente.
—Primero déjame preguntarte algo… ¿Tú aún lo amas? ¿Todavía amas a Vidal?
Ámbar permaneció en silencio, pensativa, sorprendida por la pregunta