El corazón de Leila latía con nerviosismo mientras su coche se detenía a la entrada del restaurante Canino Largo, uno de los lugares más concurridos del corazón de la manada. Era el tipo de lugar en el que menos esperaba que Tatum concertara una reunión con ella, pero eso era lo que menos le preocupaba en este momento.
No podía deshacerse del miedo y la preocupación que le aceleraban el corazón. Sentía que la observaban y tenía una sensación de aprensión que se negaba a abandonarla, como un sexto sentido que le decía que algo realmente malo estaba a punto de suceder.
No sabía cuándo ni a quién, pero Amara era su mayor prioridad y debía mantenerla a salvo a toda costa.
Suspiró profundamente mientras salía del coche, preguntándose cómo reaccionaría Tatum cuando le diera la noticia.
¿Se enojaría con ella? ¿Se alegraría o estaría muy molesto? Y ahora que había dejado de intentar volver con ella, ¿seguiría queriendo formar parte de la vida de Amara? ¿Una parte de su vida?
¿O simplement