Hablando del Diablo.

TRAVIS

Sophie aún no había llegado a la comisaría, pero yo estaba más que dispuesto a esperar. El policía que tanto se había esforzado en convencerme para que lo acompañara a la estación ahora me miraba de forma extraña desde detrás de su escritorio.

Su rostro no ocultaba mucho, así que fácilmente podía adivinar lo que pensaba. Probablemente se preguntaba cómo era posible que el hombre demasiado "importante" y "poderoso" para venir a la comisaría por un simple ladrón, ahora esperaba pacientemente.

¿Entendería si le dijera que existía una mujer que irrumpió en mi vida y me hacía hacer cosas que nunca haría?

—¿Quiere ver al sospechoso mientras tanto? —preguntó el policía después del largo periodo de silencio incómodo entre nosotros desde que llegamos a la comisaría. La estación en sí no estaba tranquila; la gente entraba y salía, las voces de quejas se elevaban unas sobre otras.

—No —respondí secamente. ¿Cómo podría dejar más claro mi desinterés por el ladrón?

El pol