Entonces coloca su mano sobre su vientre, acariciándolo suavemente. "Están ayudándonos a crear una buena vida para nuestro hijo y estoy agradecida por eso. Por favor acepten mis regalos, tomen todos los que quieran. Invito yo."
Cuando nota que todos han dejado de mirarla, gira su cabeza para ver qué ocurre detrás. Mis empleados se encogen ante mi presencia, cada uno volviendo a su trabajo como si nada hubiera pasado.
"Hola cariño," dice Beverly en cuanto me ve. Su sonrisa, sus palabras e incluso su presencia aquí me ponen los nervios de punta.
"Sígueme," digo en voz baja, sin querer estallar frente a mis empleados.
"Los veré en otra ocasión. Sigan con el buen trabajo," les dice antes de seguirme hasta mi oficina.
Se detiene cuando llegamos al antiguo escritorio de Leslie. "¿Aún no has contratado a nadie?"
No respondo, simplemente abro la puerta de mi oficina y espero a que pase. Me mira con mala cara pero entra de todos modos. Yo entro tras ella.
Y entonces exploto.
"¿Qué demonios fue