Oficina de Adrien – Encuentro con José
Adrien revisaba unos documentos en su oficina cuando su secretaria llamó a la puerta.
—Señor Garcías, su amigo José ha llegado.
Adrien levantó la mirada con una leve sonrisa.
—Hazlo pasar.
Unos segundos después, José entró con su característico aire despreocupado. Se veían mutuamente después de mucho tiempo, pero la confianza seguía intacta.
—¡Cómo estás, amigo! —saludó José con energía.
Adrien se levantó de su asiento y lo recibió con un fuerte abrazo.
—¡José! Tanto tiempo. ¿Cuándo llegaste?
—Ayer, pero estaba agotado. Ni fuerzas tuve para llamarte.
—Eso explica por qué no supe nada de ti —dijo Adrien con una sonrisa—. Pero dime, ¿cómo estuvo el viaje?
José se dejó caer en una de las sillas frente al escritorio.
—Largo… pero provechoso. Y tú, ¿qué tal va todo?
Adrien tomó asiento de nuevo y exhaló con satisfacción.
—Bien, amigo. La empresa sigue creciendo. Estamos expandiéndonos más cada día.
José asintió con interés.
—Eso me gusta escuchar. Sab