Capítulo 61 celos

En ese momento, el teléfono de Camila sonó. Alejandro la miró con curiosidad, pero ella solo dijo en voz baja:

—Es mi mamá, voy al jardín.

—Está bien, ve —respondió él sin darle mucha importancia.

Camila salió y tomó aire fresco antes de contestar.

—¿Mamá? ¿Cómo llegaste?

—Bien, hija, solo te llamo para decirte que estamos bien. Tu hermana está emocionada de estar aquí.

Camila sonrió, sintiendo alivio.

—Me alegra mucho, mamá.

—Hija, hay algo más… La casa donde vivíamos antes con tu padre está en venta otra vez.

Camila se quedó en silencio por un momento. Aquella casa estaba llena de recuerdos, buenos y malos, pero seguía siendo el lugar donde había crecido.

—¿Estás segura, mamá?

—Sí, hija, acabo de enterarme. Pensé que te gustaría saberlo.

Camila apretó el teléfono con fuerza y tomó una decisión sin dudarlo.

—Si quieres, la compramos.

—¿En serio, hija?

—Claro que sí, mamá. En una hora te haré la transferencia a tu cuenta, solo debo hablar con Alejandro.

—Gracias, hija, no sabes lo fel
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