Capítulo 337 Es el paciente 227....
El grito de Camila atravesó el altavoz con una fuerza desgarradora: —¡No lo golpeen!
Todos en la sala quedaron petrificados. El corazón de Andrés pareció detenerse por un segundo eterno. El aire se volvió a espeso, como si el miedo se materializara en las paredes del lugar. La voz de un hombre, seca y cruel, se escuchó al otro lado de la línea.
—No volverán a verlos nunca más.
Y entonces, silencio. El teléfono cayó de las manos de Andrés como si pesara una tonelada.
—¡ALEJANDROOOOO! —gritó Isabella, rompiendo la quietud sepulcral. Su rostro se desfiguró por el dolor antes de desplomarse al suelo.
Carlos corrió a su lado, sosteniéndola antes de que golpeara el piso. La colocó con cuidado en el sofá, mientras Sandra y Emma intentaban reanimarla.
—¡Isabella, respira! —suplicaba Emma, tomándole el rostro con las manos temblorosas.
Melody comenzó a llorar desconsoladamente, abrazando con fuerza su peluche. Oscar, con el rostro desencajado, sacó su teléfono del bolsillo.
—¡Tenemos que llama