C81 - Francisca Montenegro.
Eva se quedó pensando en las palabras de Gael mientras caminaba por los pasillos de la mansión.
“¿Cómo que su madre lo mataría?” reflexionó, sintiendo que la confusión la invadía. No podía entender por qué eso tendría algo que ver con una persona que a él le gustara. La señora Francisca no parecía el tipo de persona que haría algo así.
Cuando pretendía preguntar, se dio cuenta de que Gael ya había desaparecido. Con un suspiro, se dirigió a su oficina, pero se detuvo en seco. Algo en su interior le decía que debía hacer algo más. Luego, giró sobre sus talones y se dirigió a la oficina de Penélope. La encontró tecleando algo en su portátil, con una expresión de concentración en el rostro.
Al verla entrar, como si se estuviera escondiendo, Eva se enfrentó a su mirada curiosa.
— ¿Qué pasa? — preguntó la pelirroja con un gesto.
Eva se acercó y miró directamente a sus ojos.
— Quiero que me hagas un favor. Quiero que me des un contacto.
Penélope arqueó las cejas.
— ¿Qué contacto? ¿Eso te lo