C56 - Se llevaron a la niña...
Las horas se alargaban en la sala de espera del hospital, donde la ansiedad y la tensión se palpaban en el aire. Gabriel apenas podía permanecer sentado. Cada minuto que pasaba sin noticias sobre Eva y su hija lo hacía sentir como si estuviera atrapado en un limbo, un lugar entre la esperanza y el miedo. Miraba la puerta de la sala de partos, como si su mera presencia pudiera hacer que el médico apareciera más rápido.
Finalmente, la puerta se abrió y un médico salió con una sonrisa dibujada en el rostro. Gabriel se puso de pie de un salto, sintiendo una mezcla de alivio y expectación. Aunque ya podía ver la sonrisa del médico, sabía que hasta no escuchar las palabras verídicas no podría estar tranquilo.
— ¿Cómo está ella? — preguntó, acercándose rápidamente al doctor.
El médico lo miró y se acercó.
— Fue un parto largo y difícil, pero todo ha salido bien. Si desea, puede pasar a ver a su esposa e hija. En breve vendrá una enfermera a guiarlo.
Gabriel solo asintió, sintiendo cómo una o