97. El linaje continúa.
— Isolde — alexabder rompió rápidamente en la habitación donde la loba observaba a su hijo jugar — tenemos que hablar.
La Luna de la manada alzó la vista, y sintió un fuerte escalofrío recorrerle la espalda, haciendo que se tensara al recordar todo lo que había descubierto junto a Raven.
Intercambió una rápida mirada con la nodriza, pidiéndole con la mirada que se ocupara de él y se inclinó a besar la frente del cachorro con cariño antes de levantarse y salir de la habitación haciendo un gesto de Alexander para que la siguiera.
— No hay nada de qué hablar, Alexander — respondió ella una vez que ya estuvo en el pasillo obligándose a mantener la calma —Te dije que Rowan… se equivocó. Ni siquiera he entrado en celo. No puedo estar embarazada.
Alexander apoyó la mano en la pared del pasillo y se inclinó hacia ella invadiendo peligrosamente su espacio y provocando que ella se tensara todavía más.
Isolde cadi podía sentir corazón palpitando tan fuerte en su pecho que parecía se le subió