Capítulo 13. Ecos en La Plata
La ciudad de La Plata amanecía con su cielo gris, como si presintiera lo que se avecinaba. Las nubes cubrían los edificios antiguos y las calles se mostraban húmedas, pero no había indicio de lluvia aún. Edgardo ajustaba el nudo de su corbata frente al espejo del penthouse que había reservado para esa reunión especial. Su reflejo no mostraba nerviosismo, pero por dentro, la inquietud se revolvía como fuego contenido.
Rebecca, en la habitación contigua, terminaba de arreglarse. El vestido negro de satén abrazaba su figura con elegancia, dejando la espalda descubierta. Se miró una vez más en el espejo, respirando hondo. No era una simple reunión de negocios, era una prueba más. Desde que había llegado a la vida de Edgardo, su mundo se había desmoronado y recompuesto en formas que aún no comprendía del todo.
Edgardo se acercó, y sus ojos la recorrieron con una intensidad casi dolorosa.
—Estás hermosa —murmuró, sus dedos rozando su cintura. Rebecca bajó la mirada, asintiendo sin responde