Seraphine decidió salir de su habitación. Se colocó un manto oscuro y caminó hacia la galería superior. Desde allí, podía ver gran parte del salón principal abajo—el lugar donde los nobles solían reunirse para cenar. Pero ahora estaba vacío. Solo unas pocas antorchas en las paredes lanzaban sombras danzantes sobre el mármol.

Al final de la galería, vio a Liora hablando con un guardia. El tono de Liora era bajo pero firme, mientras que el guardia parecía indeciso. Al notar la presencia de Seraphine, Liora se inclinó y se acercó.

 --También has salido, mi señora, dijo. --He oído en la cocina que la cena se preparará antes de lo habitual. Quieren… asegurarse de que todo esté como desea el señor Alaric. 

Seraphine solo asintió.

 —Parece que todos