Alaric se sentó a su lado, apretando fuerte su mano.
—Lo lograste. Lo logramos todos.
Rafe se apoyó contra la pared, la voz pesada.
—Pero después de esto… ¿realmente podrás confiar en mí, Seraphine?
Ella lo miró mucho rato, con los ojos aún húmedos.
—Siempre estaré alerta. Pero si dejo de confiar en la gente… seré igual que mi sombra de antes. Así que… sí, Rafe. Confío en ti, al menos hoy.
Rafe guardó silencio, aunque algo en su rostro mostraba alivio.
Liora añadió suavemente:
—Los lazos son frágiles. Pero frágil no significa inútil. Precisamente porque son frágiles, debemos cuidarlos.
Seraphine asintió. Se levantó, aunque sus piernas temblaban.
—Si esta fue la segunda prueba&