El teléfono de la consulta de Levy sonó, y él respodió a pesar de que estaba atendiendo a un paciente. Normalmente ese teléfono solo lo usaba su enfermera para comunicarle alguna urgencia, así que él tuvo miedo de no responder a tiempo, y por tanto dejar sin atender alguna urgencia.
- ¿Levy, cariño?
- ¿Mamá?
- Claro, ¿quién más podría ser?
Levy se tragó a maldición que estuvo a punto de salir de su cuerpo, y miró en dirección al paciente que esperaba nervioso en la silla frente a su escritorio.
- ¿Qué ocurre? Este es el teléfono de la consulta, y sabes que no está bien que llames a no ser que se trate de una emergencia.
- Bueno, es que no respondías al teléfono móvil, y es una emergencia.
Levy se asustó verdaderamente, ¿habría sucedido