Capítulo 48

Meg se despertó aquel día con olor a café y bacon, y no pudo hacer otra cosa que escuchar el rugido de hambre de su estómago. Se levantó de la cama de un salto, se puso su batín para salir del cuarto, y se sorprendió de que estuvieran cocinando Levy y Ben juntos.

- Vaya, mis dos cocineros favoritos, ¿a qué debo la sorpresa?

- Menos mal que te has despertado, mamá, creí que llegábamos tarde.

- ¿Tarde? Pero ¿adónde podríamos llegar tarde?

- Sssshhh- dijo Levy, y Ben se tapó la boca con las manos.- Ahora toca desayunar, y ya sabéis los dos que el desayuno es la comida más importante del día.

Meg, que estaba hambrienta después de la noche de sexo salvaje de la que había disfrutado con Levy, se comió todo lo que su marido colocó en su plato, y cuando sintió que ya no podía más, tuvo que pedirle que parara de servir comida.

- Si me como una loncha de bacon más, explotaré, eso te lo puedo asegurar.

- Bueno, entonces es el momento de que te cambies de ropa, porque nos vamos a un sitio.

- ¿Un
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