La pregunta fue tan directa y con tanta autoridad, que incluso yo me puse nerviosa. Pero Kany no se encontraba ni un poco asustada.
—No puedo responder a esa pregunta, lo siento mucho. Lo que sí le puedo decir es que no me encuentro ocultando algún delito. Si considera que soy peligrosa para su familia, pues bien puede prescindir de mis servicios e irse, al final de cuentas se encuentra en todo su derecho. Tal como yo me encuentro en el derecho de callar lo que considero conveniente.
—En serio que tienes coraje para hablarme de esa manera, sabes bien que soy la única oportunidad que tienes para que el señor Amir te detenga.
—Señor Mateo, con todo el respeto que se merece, creo que usted es demasiado tonto en algunos aspectos de la vida. He trabajado para su familia por muchos años y a pesar de eso viene a desconfiar de mí, siendo totalmente consciente de que no he dado un solo problema en todo este tiempo.
—Espero que puedas comprender que tengo todo el derecho a desconfiar de ti cuan