Llegué a la funeraria donde estaba siendo velada la madre de Zayd. Habían muchas personas presentes. Se notaban que eran de la crema innata.
—Zayd…
Cuando Zayd alzó su mirada, pude ver lo devastado que estaba por la muerte de su madre. Sin pensarlo mucho me acerqué y él hizo exactamente lo mismo.
—Lo lamento demasiado —lo abracé con fuerza mientras él sujetaba mi cintura —entiendo el sentimiento, sabes que cuentas conmigo, mi corazón.
—Mi mamá, ella se quería despedir de ti, pero no pudo soportar más —él se separó de mí y sequé una de sus lágrimas —a pesar de eso se miraba muy serena, murió en los brazos de mi padre.
—Antes de irme de la mansión ya me había despedido de ella, así que eso contribuyó a que se fuera tranquila. Me vas a tener aquí a tu lado, no te voy a dejar solo en absoluto.
—Gracias, Kany.
Podía ser que esas dos palabras eran simples, pero era capaz de percibir una enorme gratitud en ellas.
—No tienes que agradecer —acaricié su rostro y lo miré con amor —soy tu esposa,