Juniper estaba en el piso de su difunta madre con la pesada llave entre los dedos. Salió de la nada: un sobre sin dirección y solo una pequeña llave metálica dentro. Al llegar, lo primero que hizo fue recorrer el piso. El salón, cálido y reconfortante, albergaba todos los recuerdos de su madre. No sabía por qué, pero la llave la llamaba, indicándole que abriera el viejo cajón de madera del escritorio de su madre.
Sus dedos se detuvieron un momento, y luego el cajón se abrió con un leve clic. Solo había una foto dentro, escondida entre cartas viejas y cosas olvidadas. Aunque era vieja y desgastada, la foto era inconfundiblemente la de Callum. Pero no era una foto cualquiera. Estaba junto a una mujer a la que Juniper no conocía, y estaban lo suficientemente cerca como para verse las caras y compartir una sonrisa. A Juniper se le paró el corazón por un instante. Nunca lo había visto actuar así.
Preguntó en voz baja: "¿Qué es esto?". Como si decir esas palabras aclarara las cosas. Acercó