22. MUY DIFÍCIL LA COLABORACIÓN
VICTORIA:
Miré a mi tío sin entender a qué se refería. Luego a Ricardo, quien fijó su vista en mi diploma colgado en la pared junto al de mi padre. De pronto, abrió los ojos y giró hacia mí.
—¿Estudió en la misma universidad que yo? —preguntó, sorprendido. Luego miró con atención mi diploma en la pared—. Ya veo, yo estudié en esa universidad, pero me gradué antes de que entraras, es decir, que no coincidimos.
—¿Te graduaste antes que yo? ¿Cuántos años tienes? —pregunté y me arrepentí al instante.
—Soy mayor que tú —dijo secamente Ricardo—. Además, de seguro tú andabas con la élite de niños ricos y yo… me dedicaba a estudiar. Jamás la vi en persona hasta el día después de aquella noche… ya sabes a qué me refiero.
—¿Están seguros? Porque no lo parece —volvió a decir mi tío, como si disfrutara de nuestra incomodidad—. También me percato de que pasan de tratarse de usted a tú con mucha facilidad. Señor Montiel, soy un viejo que tuvo la dicha de que me acogiera la familia Montene