116. ATRAPADA
VICTORIA:
El sonido en mi ventana me hizo intentar abrir los ojos, pero me pesaban demasiado. Unas figuras oscuras se acercaron a la cama y me pusieron un paño en la cara, y me hundí en la oscuridad. Cuando volví a abrir los ojos, no sabía dónde estaba. Era una lujosa habitación, aunque en penumbras. ¿Qué significaba esto? Llevé asustada mis manos a mi vientre, sintiendo a mis bebés moverse inquietos bajo una mano; la otra la tenía esposada a la cama. Todavía me pesaba la cabeza, y un mareo vino de pronto.
Traté de escuchar, pero solo había un silencio enorme que me asustó aún más. ¿Me habían raptado en mi propia casa? ¿Cómo era eso posible? ¿Qué había pasado con todos mis guardias de seguridad?
Mi respiración se aceleró y los sollozos se asomaron sin permiso. Intenté levantarme, pero la cadena me lo impedía; tiré de ella con desesperación, desgarrando mi muñeca en el proceso. Tuve que detenerme para calmarme cuando sentí que el mareo volvía a invadir mi cuerpo. No podía perder el