Capítulo 7. Conociendo a los gemelos.
Emma soltó una risa corta, incrédula.
—Te abandoné sin darte explicaciones, Liam, y desaparecí por seis años. ¿Aun así pretendes confiarme el cuidado de tus hijos?
—Aunque me dolió tu abandono, comprendo tus motivos. Lo que me costó superar fue que nunca más volvieras a comunicarte conmigo, pero esas son cosas que se pueden corregir —respondió él con una seriedad que no admitía réplicas.
Emma bajó la mirada, intentando ordenar la avalancha de emociones que sentía en su pecho.
—No sé si pueda… —susurró.
—Solo piénsalo —pidió Liam, inclinándose hacia ella—. No lo estoy pidiendo por mí, sino por mis hijos. Ya perdieron a su madre, no quiero que pierdan también a su padre, son muy pequeños.
El silencio se instaló entre ambos y el café se enfrió del todo.
Minutos después, Liam logró convencer a Emma de conocer a los niños antes de tomar una decisión.
Ella aceptó por curiosidad, aunque le costaba controlar el miedo. Un cambio de ese tipo en ese momento de su vida sería perturbador.
Quedó as