Capítulo 6. La propuesta.
Emma llegó puntual al café y se acomodó en la misma mesa donde había estado la vez anterior, junto a la ventana. Desde allí podía ver hacia el exterior y la entrada, para mantenerse en alerta. Seguía sintiendo miedo por la posible aparición de Marco.
Estaba a punto de pedir un café cuando vio a Liam. Su corazón dio un vuelco.
Él vestía un traje oscuro sin corbata y se movía con una seguridad que parecía natural. Al descubrirla, el hombre sonrió con alivio.
—Hola —dijo al acercarse y sentarse frente a ella. Quiso darle un beso, pero Emma estiró una mano para saludarlo de manera formal.
—Hola.
Liam la estrechó algo confuso, aunque no la soltó de inmediato. Disfrutó unos segundos del calor de esa piel que tanto había añorado.
—No sabía si vendrías —reconoció el hombre.
—Yo tampoco —confesó Emma, apenada.
Pidieron café.
—¿Cómo estás hoy? —preguntó evaluándola con la mirada. Recordó que Lidia le había dicho que ella se recuperaba de una situación física, aunque no percibió heridas visibles