Capítulo 52. Batallas por enfrentar.
En el patio, los gemelos seguían correteando con su pelota inflable ajenos a la tensión que se gestaba entre los adultos.
Camila se había acercado hasta sus nietos para abrazarlos y besarlos, luego se reunió con su esposo en la terraza saludando a Lidia y a Carla con cortesía, aunque las evaluó de pies a cabeza con recelo.
Emma, luego de enviarle un mensaje de urgencia a Liam, fue con ellos.
—Camila, Julián —dijo con amabilidad forzada—, agradezco mucho que quieran llevar a los niños de paseo, pero no puedo permitir que lo hagan hasta que Liam regrese. Él seguramente querrá decidir qué hacer con ellos.
El rostro de Camila se puso rígido, pero intentó sonreír.
—Querida, somos sus abuelos. Solo pensamos en darles un domingo distinto porque Liam siempre los tiene solos en casa. No hay nada de malo en eso.
Julián asintió, con las manos cruzadas detrás de la espalda.
—Han estado mucho tiempo encerrados. Un paseo les hará bien.
Emma apretó los labios. Sintió la mirada expectante de Carla y