A MERCED DEL DINERO. C198: No tengas miedo.
Marfil lo miró con el ceño fruncido, sin apartar la vista de él.
—¿Por qué hablas en pasado? —cuestionó—. ¿Por qué me dices que me amaste, como si ya no lo hicieras?
—Porque ahora estoy saliendo con alguien que sí se merece mi amor.
Marfil soltó una risa breve.
—¿Y eso es suficiente? ¿Que lo merezca? Lucas… merecer el amor de alguien no basta para obligar al corazón a enamorarse perdidamente. Tú no puedes deshacer lo que tú y yo tenemos. No puedes fingir que nunca existió.
—Ya no tenemos nada, Marfil. Y lo sabes —respondió Lucas.
Marfil chasqueó la lengua, exasperada.
—Tú me sigues queriendo, estoy completamente segura de eso.
—Puedes pensar lo que quieras, pero quédate con esos pensamientos para ti, y no trates de arruinar mi vida por lo que sea que tú estés creyendo.
—¿Ahora dices que yo te arruino la vida? Tú dijiste muchas veces que yo te hacía feliz.
—Sí, por supuesto que me hiciste feliz, no lo voy a negar. Pero ya no es así. Ahora solo estás tratando de crearme problemas. Cada