A MERCED DEL DINERO. C185: No sé cómo arreglar esto.
Lucas comenzó despacio, como tanteando los bordes de un deseo que recién comenzaba a arder. Su respiración era pausada, pero sus manos no mentían: se aferraban con fuerza a las caderas de Marissa, reclamando un territorio que ya sentía suyo. Con cada movimiento, el calor aumentaba. Las caricias se volvían más intensas, como si quisiera fundirse con ella, perderse en su cuerpo y en todo lo que representaba.
Pero por más que se esforzara por permanecer presente, su mente le jugaba una mala pasada. La bruma de las cervezas, la ansiedad mal disimulada por la conversación de aquella mañana, el beso robado... Todo eso seguía vibrando dentro de él como una nota sostenida que no quería apagarse. Y mientras embestía con fuerza, buscando saciar una necesidad que iba más allá de lo físico, algo en su visión comenzó a cambiar. Frente a sus ojos ya no era Marissa quien se arqueaba bajo su cuerpo.
Era ella.
Marfil.
Esa piel clara como la porcelana, esa cintura estrecha que él conocía mejor que su p