A MERCED DEL DINERO. C164: Yo no pienso casarme así.
—Le dije a mi madre que haría lo que fuera por ti —agregó Richard—. Le dejé en claro que quiero estar contigo, que deseo casarme contigo. No es una idea pasajera ni un impulso del momento. Lo he pensado, lo he sentido, y lo tengo decidido. Quiero hacerte mi esposa y se lo dije a mi madre. Y es por eso que estoy dispuesto incluso a renunciar a toda mi herencia con tal de tenerte. Si mi madre decide desheredarme por no obedecerla, por no seguir sus planes, por negarme a casarme con quien ella quiere… entonces que lo haga. Si ese es el precio que debo pagar para estar contigo, lo pagaré. Porque no pienso renunciar a ti.
Marfil no pudo ocultar el espanto que se apoderó de ella al escuchar esas palabras. Fue como si el tiempo se detuviera un segundo, como si el oxígeno mismo se hubiese vuelto demasiado espeso para respirarlo. Sus ojos se abrieron de par en par, con una expresión de absoluto desconcierto, y la boca se le entreabrió sin poder articular respuesta al instante. Lo miró como si